Aceite de Argán: Es conocido como el “Oro Líquido de Marruecos”. El aceite de argán es un producto natural y orgánico, lo que lo hace adecuado para personas con piel sensible. Es rico en vitamina E, ácidos grasos omega-3 y omega-9, ácido linoleico, ácido oleico, antioxidantes, minerales, polifenoles, carotenoides. Se recomienda su uso para hidratar y calmar la piel, así como para el cuidado antienvejecimiento. Uno de los datos más interesantes sobre el aceite de argán es que ayuda no solo a la piel seca sino también a la grasa, regulando la liberación de sebo y manteniéndola dentro de los límites normales. El aceite de argán previene la aparición de estrías durante el embarazo y también ayuda a eliminar las cicatrices posteriores al embarazo.
Aceite de almendras: Este aceite tiene un alto contenido en vitaminas A y E, y gracias a sus valiosas propiedades es muy utilizado en cosmética. Nutre la piel, la deja tersa y suave, tiene propiedades antioxidantes. El aceite de almendras calma la piel en caso de irritación e inflamación, ralentiza el proceso de envejecimiento y alivia la sequedad.
Modo de empleo: aplicar el aceite sobre la piel limpia con ligeros movimientos de masaje hasta su total absorción.
Conservar entre 5°C y 25°C.
Evitar contacto con ojos. Mantener fuera del alcance de los niños.